domingo, noviembre 20, 2011

Yo mujer

De estilo más bien conservador, criada bajos los cánones de una familia tradicional católica, de niña me inculcaron más conceptos acerca del bien que del mal. La paz y la alegría instauradas en normas diarias de respeto, de obediencia, de alegría, lograron hacer de mí buena parte de lo que soy. Y sí, estoy conforme y agradecida con ello. Sin embargo, la enseñanza de valores positivos dejaron un vacío, como en la mayoría de nosotras, un vacío de conocimiento y de restricciones dirigido hacia lo que "no debe ser". Afortunadamente, en mi caso, nada fue categóricamente prohibido como sí, en muchas otras familias en las cuales las dudas, culpas e incertidumbres quedan arraigadas por años y generación tras generación.


Para mí, hoy la vida baila en días de incertidumbres pero se asientan en buenos periodos de paz y entusiasmo.

En el camino me he acercado a una visión personal más auténtica, más real. Mirándome, odiándome, desilusionándome de mí misma, temiéndome, entendiéndome, aceptándome, reenamorándome al verme. Comprendiéndome, descubriéndome. Y uno de los encuentros más libres y placenteros ha sido el encuentro de mi 'Yo mujer'.

Hoy me parece absurda y cruel esa mirada que hemos aceptado tener de nuestro género:


'No te pintes las uñas rojas, dicen que son de maracas'

'¡Ese vestido es precioso!... ¿Pero no es muy corto? O a caso tu proceso de mujer es de mostrar el poto? ... De todas maneras a mí me encantaría poder usar algo así'.
¿Cuánta culpa llevamos tatuada en nuestra conciencia? ¿Cuánto falso pudor? ¿Cuánto temor?.

'Excomulgaría a todas las mujeres que usan escote y falda muy corta' recuerdo que años atrás me dijo un seminarista amigo. ¿Por qué debemos sentir culpa de nuestro cuerpo, de nuestra piel, de nuestros juegos? ¿De ser mujer?

Ser mujer es maravilloso y encontrarnos con nuestra sensualidad es un regalo único y que hoy en día se traduce a un viaje a la liberación de culpas impuestas adquiriendo conciencia de nuestra represión inculcada por la sociedad en la nos desenvolvemos.

Hoy en día es un viaje a redescubrir nuestra esencia dormida y nuestra propia sensualidad. Sensualidad que no está condicionada por el número de conquistas ni con la forma de nuestro cuerpo sino, una sensualidad que tiene relación con la expresión profunda de nuestro sentir de mujer, con nuestra Maga interior, con nuestra propia Emperatriz creando vida en cada paso que damos, fertilizando el aire, el ambiente, los sueños. Una sensualidad que es la expresión de nuestra conexión ancestral con la tierra, con la libertad de nuestra intuición, con la comprensión de la vida y el movimiento de las energías. Es el desarrollo del instinto maternal independientemente de haber traído a alguien al mundo o no. Es la expresión de nuestra esencia emanando en nuestra forma de caminar, de hablar, de mirar, de movernos, de respirar. Es el reconocimiento y aceptación de esa fuerza impetuosa que muchas veces nos hace enloquecer, pero en la medida que la reconocemos y la aceptamos, comprendemos que es la misma que nos impulsa una y otra vez a lograr los sueños y las metas. Es la fuerza que nos reinventa y nos invita a renacer una y mil veces. Es la libertad de decir tantas veces sí como el número de no que nosotras queramos, porque somos dueñas de nuestras vidas, de nuestra sexualidad, de las miradas y sonrisas que deseemos ofrecer.


Las invito a mirarse, a conocerse, sin culpas, sin pudor, enfrentando el temor. Encontrarán que son aún más maravillosas de lo que creen... y mucho más libres.

miércoles, noviembre 02, 2011

Fin de semana

La carretera de noche, yo ya duermo.
Luces, luces y más luces, una pequeña congestión al llegar al peaje.
Km 355,5 ¿Cuántas veces no me bajé ahí?.
El Servicentro de Chillán Viejo, desayuno y una buena conversa con la Mona.
Comienza a amanecer, Los Ángeles, Temuco, ya huelo esos ansiados bosques húmedos.

El camino de ripio que bordea el río, el terreno de arriba, el árbol del centro, la carpa bajo el árbol, risas y más risas a orillas del río, regreso de noche en medio de la oscuridad sureña, el amanecer entre montañas. Queltehues gritando al acercarnos, Tiuques, Bandurrías... La Cascada...

Carretera otra vez, ahora con mochila al hombro y a pie, viene la micro, camino de tierra, abajo, el camping, el muelle en el lago, el agua congelada penetrando en la piel. ¡Me siento más viva! Fogata de noche, trae más leña, de noche en el muelle, luna en cuarto creciente, el cielo estrellado se refleja en el lago. Risas y más risas ¡Bandurrias gritando! Amanece otra vez.

Camino de ripio, orilla de lago, comienza el sendero. Bosques, bosques y más bosques. Bosques interminables, el lago y atrás el volcán. Seguimos subiendo... barro, más barro y ahora agua con barro. Seguimos subiendo. Estoy en modo on, sólo quiero seguir y seguir, inyectada de energía de bosques, de tierra, de lagos, de montañas, del aire, de aves, de insectos, de ríos, de cascadas. Seguimos subiendo, barro, agua ¡Nieve! Seguimos subiendo. Llegamos al lago, nos ganamos el instante del almuerzo. Subo a un tronco enorme caído quién sabe hace cuanto, recostada me pierdo en el lago, en la montaña, en el bosque. Regreso. Mismo sendero...¡Guerra de Nieve! Descenso...descenso...descenso... Sorpresa... me encuentro con la familia... ¡Subimos el mismo dia! Ahí viene mi Mona... ahí su pequeña... año y medio y sus ojos registran su primer cerro, ya tiene su primer trekking ... el Huequehue...

Descenso, desarma la carpa, corre al camino, viene el bus, carretera otra vez... Viene una camioneta... vamos arriba, final del camino ¡Gracias! Orilla de lago, agotados...felices... vuelvo a caminar.

Cabaña, cama, ducha con agua caliente... la botella de ron... ¡Vamos al lago! La noche está fría, la bruma comienza a esconder el cielo estrellado. Risas y más risas en el lago... Regreso. Descanso.

Amanece otra vez.... a caminar, cruza el potrero, camina y camina más... bosques, cascadas. Gracias abuelo, hoy te saludo desde acá... Toma la mochila, viene la micro, pueblo siguiente, artesanía, quesos, la librería. Pollo arvejado, Bife a lo pobre, chorrillana.... terminal de buses... Salida 20.15 hrs... asiento 47...

Amanece otra vez... ahora en Santiago
con los bosques húmedos impregandos en el alma..