miércoles, septiembre 21, 2011

¡Ay el norte!

Me produce una sensación tan exquisita de sanación. De ser abrazada por el sol... de oír los susurros del viento.... de espiar el lenguaje de los salares... de caminar por un desierto lleno de una vida tan etérea, tan ancestral pero tan presente... un silencio donde escucho mis pensamientos... mis sensaciones... mi palpitar... donde el sudor del día a día caminando bao el sol me hace recordar que cada célula de mí, vive...

¡A los nórteres! Porque viajar es vivir...


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