sábado, diciembre 31, 2005

Último día nadie se enoja

Último día, es 31 y yo recién haciendo mi Balance del Año, como siempre en fecha límite, así funciono, así produzco.

El 2005 no ha sido para mí un año de muchos cambios, por lo menos no en hechos. Mis cambios han sido internos y en ese sentido, quizás radicales.

Este año comprendí que sólo una buena siembra podrá traer buenas cosechas, entendí que las cosas grandes se logran con desafíos grandes y más que con pasos agigantados, se trabaja con paciencia, constancia y dedicación. Aprendí que evaluar cuánto he hecho en esto tiempo es sólo una lección para seguir caminando, no sirve medir satisfacciones así, es relativo, siempre se pudo hacer más y siempre se corrió el riesgo de hacer menos; aprendí que contar cuánto falta es un engaño, porque en realidad nadie sabe cuanto tiempo está de paso en esta aventura, así, aprendí que lo importante es tener sueños, grandes desafíos y caminar día a día para cumplirlos, "piensa en grande y triunfarás, piensa en pequeño y fracasarás, todo está en el poder mental"; aprendí que entre hacer y no hacer, siempre es mejor HACER; aprendí que el tiempo no importa para ser feliz, que es personal y que yo construyo mi propia felicidad. La enfermedad de mi abuelo me enseñó a que siempre es un buen momento para saludar y preguntar "¿Cómo estás?" ya que nunca sabemos en qué segundo cambia tu vida o la de tus amigos.

Si bien no siento que fuera mi mejor año, al mirar hacia atrás veo que no me puedo quejar, ha sido un año distinto porque han prevalecido las enseñanzas, ha sido un año de paso porque sé que vienen cosas grandes. El 2006 espero terminar mi memoria y por fin seré la "Señorita Ingeniero", se acaba la vida universitaria y las cosas cambian, es la gracia de la vida ¿no?. De momento tengo planes para 5 años más.

Lo que trajo y dejó el 2005: Sin duda el mayor regalo ha sido disfrutar un año más con mi abuelo, junto con eso el acercamiento de la familia, aunque podría haber sido mejor, pero para eso se nos viene el 2006. El primer semestre egresé de la carrera, pensé que jamás llegaría ese día. El pasó por la U me dejó nuevos amigos. Mi papá descubrió su fascinación por subir cerros y fue nuestro pasatiempo por varios fines de semanas, al poco tiempo se nos unió Feña, mi primo, y juntos compartimos escenarios maravillosos y la satisfacción incomparable de lograr una cumbre. La situación económica mejora y los años de vacas flacas, que no fueron pocos, quedan atrás lentamente, este verano por fin hay planes de volver a tierras sureñas en familia, como en los viejos tiempos.

Mi prima Pachy fue mamá y el día de mi cumpleaños, hace sólo dos semanas me confió a la pequeña Constanza para que fuese su madrina, que adorable responsabilidad.

Quizás la situación más nostálgica es la separación de Team Peuño, los lazos afectivos siguen intactos pero en muchas situaciones: "Éramos 5...éramos", aunque el verano 2005 con Team Peu ( Bruja, Chikis y yo) fortaleció la amistad entre las 3. A Sandra, la tenemos de vez en cuando y a ti amigota Maca, te estamos esperando como siempre.

Por el momento ese es mi balance aunque sé que aún quedan más cosas por evaluar pero necesito mi tiempo, así funciono yo, no se me puede apurar, total sé que a última hora, cuando sea necesario, siempre tendré el trabajo listo.

Espero que ustedes ya hayan hecho su autoevaluación y que el 2006 sea una satisfactoria aventura para todos.

Abrazos y besos.

martes, diciembre 20, 2005

El Espíritu Navideño anda rondando...

Por estas fechas es casi como regla escribir sobre Navidad ¿no? Apuesto que casi todos quienes tienen Blog han hecho una reflexión sobre el Viejito Pascuero, Nochebuena o Los Reyes Magos, y sino, ya lo harán.

Y la pregunta que me aflora esta vez es ¿Hoy en día qué es para uds. la Navidad ¿Cómo la celebran? ¿Es importante?.

Hace ya varios años mi familia pasó por una fuerte crisis ecónomica, en esos tiempos solíamos recrear los fines de semana insertos en uno que otro mall, como buena familia consumista Chilena; o paseando una y otra vez por los pasillos del supermercado para comprar mil cositas ricas para comer; o bien, agarrando bolsos y maletas para salir fuera de Santiago apenas nos empezaba a ahogar la metrópolis; sin embargo, de pronto la situación cambió abruptamente, había que apretarse el bolsillo considerablemente y ya no hubo más paseos a los mall ni ropita nueva, al supermercado con suerte íbamos una vez al mes a comprar poco menos que lo justo y necesario, y mis papás se quedaron sin vacaciones 3 años seguidos. El escenario había cambiado pero los lazos familiares no estaban basados en el poder económico sino en el emocional, en los afectos.

Teníamos que enfrentar las fiestas de Fin de Año de una manera distinta y desde entonces toda la atención se centró en la Cena de Nochebuena y en los momentos que brotaban en ese instante. Durante semanas planéabamos qué cenaríamos y la Misa del Gallo, en familia, pasó a ser parte fundamental de estas tradiciones.

Al comenzar la cena, casi como ritual no establecido ni acordado, agradecíamos el hecho de estar juntos disfrutando un rico plato y un buen vino a la luz de las velas, esa noche y luego la de Año Nuevo, volvíamos a llenar la mesa de cositas ricas. Luego,al terminar, hacíamos una evaluación del Año que se terminaba revelando las situaciones que nos parecían mal acerca del otro con mucho respeto y buena disposición para no herir sus sentimientos y así, todos procurábamos mejorar el Año que se aproximaba.

De esta manera brotó lo mejor de nuestro espíritu navideño, ninguno pedía algún presente al Viejito Pacuero y por lo tanto ninguno esperaba regalo, los abrazos y las buenas intenciones tomaron un protagonismo esencial y el hecho de no preocuparse por presentes trajo una tranquilidad intransable.

Después de varios años la situacion económica vuelve a mejorar pero las tradiciones que adquirimos entonces hemos procurado no perderlas. Aún no se piden regalos al Viejito de Traje Colorado, mejor que ahorre sus energías para queiens lo necesitan más que nosotros, aunque reconozco que me encantaría que pasara a saludar y cenar en mi casa pero no tenemos chimenea y le pusimos protecciones a las ventanas, y como que a él no le gusta tocar la puerta. Ahora se me ocurre que podría dejarle algunas golosinas colgadas por ahí, el viaje del Polo Norte es largo y seguro le debe dar hambre, aunque si como dice mi amiga Eve, el Viejito Pascuero es nuestro propio Papá que viaja todos los años hasta el Polo Norte, entonces mejor que ustedes mismos le den un buen plato de comida porque ese viaje debe ser extenuante

Por nuestra parte, hace ya unos días que con mi papá venimos discutiendo qué cenaremos y dónde, si es mejor en nuestra casa o con nuestros abuelos, cuando decidamos eso creo que nos tocará ponernos de acuerdo en qué habrá en la mesa.

En fin, esas son nuestras preocupaciones para esa noche, pasar momentos especiales en familia, estar juntos, tranquilos, contentos.

Un afectuoso saludo Navideño, que el Viejito de Traje Colorado haga realidad cada uno de sus sueños y que la Nochebuena sea un momento especial para cada uno de ustedes.

Feliz Navidad

Y uds. ¿Qué planean para esta Navidad?

sábado, diciembre 10, 2005

En el país mas pobre del hemisferio...

En mis ratos de ocio, que suelen ser varios frente al pc cuando comienzo buscando información para mi memoria y luego de un enredo de recopilación de información ambiental y nuevos manuales para la gestión territorial que me satura con sus mil páginas, termino leyendo alguna que otra columna de opinion o diarios, o blog de gente conocida, de amigos y también de quienes nunca he oído hablar. Fue así que sin saber cómo llegue a uno en especial cuya última publicación comentaba un suceso en particular, que puede ocurrir a diario.

En el país más pobre del hemisferio, como señala su autor, una pequeña, junto a otros niños, recibía cuadernos y galletas de manos de militares. A uno de los niños se les desparramaban sus galletas al comer por lo que el autor de esta publicación se las ordenó un poco para evitar que se cayeran. Luego, la pequeña le regala tres de las suyas. ¿Por qué me llama la atención? Porque es el país más pobre del hemisferio. Pero la verdad no es el hecho lo que realmente me hace pensar sino los comentarios que ha recibido, desde un "¡Sniffff!" hasta una fuerte crítica social que encontré bastante coherente , donde el problema está más allá "de darle el pez al pobre y q este lo agradezca, si no que va en enseñarles a pescar", me encantó esa frase. También había muchos escalofríos ante tal episodio, llamados a la solidaridad y al derecho a ser feliz, críticas a la pelea contra Bush cuando el hambre aún gana en muchos lugares, en fin...muchos cristales.

¿Qué pienso yo? Aún no estoy muy segura...aún pienso en eso. Y más que buscar una respuesta lo que me invade son preguntas ¿Realmente un comentario mío cambiará el hecho de que en mis mejores días, o en los peores quizás, cuando soy capaz de mirar por dónde camino haré algo más que darle $100 a la persona que subió a la micro pedir una "ayudita" porque sufrió un accidente y no puede trabajar para dar de comer a su familia? ¿O iré más allá de brindarle una sonrisa a aquel hombre que se pasea por Alameda con una manta porque donde ella quede será donde él duerma? A lo que voy es a que ¿Si el admirarnos, criticar y conmovernos con el hambre y la pobreza de un país ajeno marca realmente la diferencia en nuestro actuar diario? Es cierto, como decía otro comentario, que el dejar de sorprenderse es el primer paso a la indiferencia pero ¿No será que muchos ya dimos ese primer paso, por lo menos en nuestro país, y aún no lo asumimos? No digo que esté mal ayudar a países que sufren hambre en casi su totalidad, por favor, que no se entienda eso, es más, para mí, los límites nacionales y patriotismos son conceptos que hoy en día sólo fundamentan los espacios de poder y son la excusa de guerras sin sentido que por asegurar riquezas "personales" quitan el pan de la boca de quienes lo necesitan.

Considerando la fuente en que plagié la historia, el que yo hablé de guerras se transforma en una patudez y pela´de cables... pero es mi cristal...el de él seguro es distinto y muchísimo más respetable.

Bueno, de la niña me pasé al hambre y la pobreza nacional... y luego al patriotismo... y a las guerras, demasiado para tan poco espacio. La verdad es que me nacen mil preguntas y no sé si mil una respuestas pero dejo esto hasta aquí por que sino podría escribir toda la tarde y debo volver a la información ambiental y los manuales de gestión territorial o no me titularé jamás.

PD: El autor de la historia de la pequeña es conocido pero no lo cito porque quiero que lo vean como a cualquiera de nosotros que pudo estar ahí en ese momento. Les revelo la identidad en una próxima publicación